Sois muchos los que nos habéis solicitado atención farmacéutica sobre la astenia primaveral. Si bien quizás el término suene extraño, los síntomas serán conocidos por muchos de vosotros. Es bastante probable que desde el cambio de hora y la subida de temperaturas, os notéis más cansados de lo habitual, aun habiendo dormido suficiente.
Este es uno de los síntomas más comunes de la astenia primaveral, un síndrome lejos de ser una enfermedad donde también confluyen otros aspectos como el mal humor, falta de apetito, dolores leves de cabeza e incluso pérdida de la líbido.
La astenia primaveral, un desajuste de hipotálamo
El cambio horario con el consecuente aumento de las horas de luz, el ascenso de las temperaturas, la llegada de las alergias de primavera afectan, entre otras muchas cosas, al hipotálamo, la glándula situada en el cerebro encargada de regular el sueño/vigilia, la energía corporal, el apetito o la sed.
Cuando se producen los cambios climáticos, el hipotálamo debe regular la segregación de melatonina (hormona del sueño) o endorfinas (hormona del bienestar) ya que los agentes externos fuerzan al organismo a generar más de las que se pueden regular.
Es por eso que con el calor estamos más cansados e invita a dormir.
El hipotálamo simplemente necesita de un periodo de tiempo en el que se acostumbre a las nuevas condiciones climatológicas para segregar la cantidad necesaria de hormonas para el equilibrio del organismo.
Cómo prevenir la astenia primaveral
En realidad, combatir la astenia primaveral es, en la inmensa mayoría de los casos, cuestión de paciencia. No es una enfermedad o patología grave, solo hay que ayudar al organismo a retomar una rutina truncada por el aumento de las horas de sol que invita a pasar más tiempo en la calle de lo habitual.
Generalmente el periodo de adaptación oscila entre un par de días y dos semanas. Si supera este periodo, es el momento de consultar con el farmacéutico o con el médico de cabecera ya que puede ser síntoma de otras dolencias. Pero nada que no aparezca en un análisis de sangre y que se pueda solucionar con el tratamiento adecuado.
Lo que sí podemos hacer es lo siguiente:
Acostumbrar al organismo a ciertas rutinas. Si decidimos pasar más tiempo en la calle, que siempre sea a las mismas horas o acostarnos todos los días a la misma hora aunque no tengamos sueño.
Eliminar los alimentos hipocalóricos o grasos típicos del invierno sustituyéndolos por verduras y fruta de temporada
Realizar deporte. Paseos por la ciudad, carreras suaves, algo de gimnasio…cualquier ejercicio que ayude al organismo a autorregularse.
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