Estamos en primavera y con ella llegan las temidas alergias. Si bien no es una enfermedad grave en la mayoría de los casos (en otros puede derivar en asma o en afecciones cardiorespiratorias, pero es un porcentaje mínimo de los casos) sus efectos pueden ser muy molestos.
Síntomas de la alergia
Para reconocer los síntomas es preciso saber qué es la alergia. En realidad, las alergias son reacciones del sistema inmunológico ante posibles agentes externos que puedan perturbar el equilibrio y la salud del cuerpo humano.
Es por eso que uno de los primeros síntomas de una alergia es un constante estornudo. ¿Por qué? Pues porque el organismo comienza a expulsar todo tipo de sustancias que pueda considerar nocivas.
Otra de las estrategias que emplea nuestro organismo para protegerse de los agentes externos es taponar los orificios más sensibles es decir, la nariz y los ojos.
Es por eso que una alergia siempre va acompañada de un aumento de la mucosidad así como un lloro constante en los lagrimales.
Causas de la alergia
Las principales causas de la alergia en primavera son el polen y los ácaros.
El problema que tiene la ciencia a la hora de paliar los efectos sobre el ser humano es que cada alergia afecta de una manera a un tipo de población. Esto y que contra la polinización de todas las especies de plantas no se puede ni se debe hacer nada en contra.
Con respecto a los ácaros, con la subida de temperatura es normal que aumenten las cantidades de polvo en el ambiente. Y esto es un caldo de cultivo perfecto para la reproducción de los ácaros.
Como acabar con los efectos de la alergia
Lo primero es, como siempre, consultar con un farmacéutico o con un médico para determinar el grado de alergia así como recetar el tratamiento más adecuado.
Si bien es cierto que nos antihistamínicos funcionan correctamente y de manera eficaz, muchas personas pueden optar por la vacuna pero, en estos casos, siempre debe estar prescrita por un facultativo, que precisará de un análisis completo de nuestro organismo para definir el tratamiento más eficiente.
Pero nosotros también podemos hacer pequeños cambios en nuestra vida diaria para mejorar nuestras reacciones alérgicas.
Evita abrir ventanas. Especialmente a primera y última hora del día que es cuando las abejas están trabajando más duramente en la polinización.
Protege tus ojos. El uso de gafas de sol y de algún colirio aliviará los lagrimales. ¡Ah! Y es mejor no tocarse los ojos con las manos ya que es probable que tengamos polen entre los dedos.
Hora de volver al gimnasio. Si eres de los que practica deporte al aire libre, es mejor evitarlo. Además, evita también el contacto con zonas verdes o parajes naturales ya que son auténticas bombas de relojería para la alergia.
¿Cómo lleváis vosotros la alergia? ¿Cómo os está afectando?
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